Todos (o la gran mayoría) de los usuarios de Facebook odian el (último) rediseño del sitio, incluso sus empleados.
Profundamente se critica el hecho de que Facebook esté convirtiéndose en una fuente de información constante, en un medio de comunicación instantáneo que comparte ideas, como Friendfeed o Twitter, dejando de lado lo que lo llevó a la cima: ser una ¿simple? red social de datos de personas con intereses.
Todo mal por Facebook.
Sin embargo, se filtró en algunos blogs que el veinteañero detrás del imperio de Facebook, Mark Zuckerberg, le dijo a sus empleados que las compañías más vanguardistas no escuchan a sus usuarios ('the most disruptive companies don't listen to their customers'). Se puede deducir que Zuckerberg lee a Gary Hamel.
Mark no es tonto y cabe preguntarse ¿qué diablos tiene en la cabeza el CEO de Facebook, (@finkd en Twitter) para tomar semejante decisión?
More private means more money?
Según Robert Scoble (@Scobleizer), Zuckerberg es un visionario que ha visto cómo variando un poco el tono de Facebook podrá ganar mucho más dinero en un futuro cercano. Esto porque ninguna otra red social permite hacer público lo privado, información que las marcas comenzarán a valorar cada vez más al momento de tomar sus decisiones de marketing.
Entonces la política de oídos sordos no es tan mala, al contrario, es una smart move de Zuckerberg.
Me pregunto entonces ¿En la vida hay que tomar TODAS las decisiones basadas en lo que dicen los números o tus usuarios? Si es así, preguntémosle al diseñador Douglas Bowman por qué renunció a Google.
Bowman se aburrió de que todas las decisiones (por ejemplo que un cuadro fuera dos pixeles más o menos largo) se tomaran en base a números. Zuckerberg seguramente no miró los números (actuales) al tomar su decisión. Se la jugó por lo que cree que va a pasar. Aún no sabemos si efectivamente es un genio visionario. Pero sin duda que jugando así, apostando por el cambio, la vida es más entretenida y el mundo evoluciona. No hay miedo al fracaso.
Profundamente se critica el hecho de que Facebook esté convirtiéndose en una fuente de información constante, en un medio de comunicación instantáneo que comparte ideas, como Friendfeed o Twitter, dejando de lado lo que lo llevó a la cima: ser una ¿simple? red social de datos de personas con intereses.
Facebook is not a blog. In its old form it was a really great PHONEBOOK. A phonebook that not only updated your acquaintance's (most FB friends are not friends) contact info, but also gave you a general summary of their life. It was a big picture kind of thing: Where they are, who they're dating, what school or job they have, and how to contact them. It was never about "sharing" your daily thoughts on how great your panini was or omg gossip girl is back! The livejournal twit-blog crap is messing up the phonebook interface.
Todo mal por Facebook.
Sin embargo, se filtró en algunos blogs que el veinteañero detrás del imperio de Facebook, Mark Zuckerberg, le dijo a sus empleados que las compañías más vanguardistas no escuchan a sus usuarios ('the most disruptive companies don't listen to their customers'). Se puede deducir que Zuckerberg lee a Gary Hamel.
Mark no es tonto y cabe preguntarse ¿qué diablos tiene en la cabeza el CEO de Facebook, (@finkd en Twitter) para tomar semejante decisión?
More private means more money?
Según Robert Scoble (@Scobleizer), Zuckerberg es un visionario que ha visto cómo variando un poco el tono de Facebook podrá ganar mucho más dinero en un futuro cercano. Esto porque ninguna otra red social permite hacer público lo privado, información que las marcas comenzarán a valorar cada vez más al momento de tomar sus decisiones de marketing.
Entonces la política de oídos sordos no es tan mala, al contrario, es una smart move de Zuckerberg.
Me pregunto entonces ¿En la vida hay que tomar TODAS las decisiones basadas en lo que dicen los números o tus usuarios? Si es así, preguntémosle al diseñador Douglas Bowman por qué renunció a Google.
Bowman se aburrió de que todas las decisiones (por ejemplo que un cuadro fuera dos pixeles más o menos largo) se tomaran en base a números. Zuckerberg seguramente no miró los números (actuales) al tomar su decisión. Se la jugó por lo que cree que va a pasar. Aún no sabemos si efectivamente es un genio visionario. Pero sin duda que jugando así, apostando por el cambio, la vida es más entretenida y el mundo evoluciona. No hay miedo al fracaso.