En agosto de 2007 reflexionaba acerca del futuro de la TV. Ya me daba cuenta de que mi tiempo de ocio había pasado a la web.
Luego en 2008, ya rescataba ideas acerca de cómo a través de la web se buscaba congregar las virtudes de los contenidos emitidos por TV.
Se acabó. Ya hay televisores que vienen con Google TV integrado. El negocio de la TV de ahora en adelante será completamente de las productoras de contenidos, no de quien transmite los contenidos. ¿Los canales? Descansan en paz, porque ahora el consumidor es quien decide qué, cómo y cuándo disfrutará de su TV.