Hace unos días en el portal geek por excelencia, Slashdot, se hizo público que Google eliminó cerca de 40 mil resultados de búsqueda que en vez de dirigir a sitios web, lo hacían a trampas (con un excelente trabajo de Search Engine Optimization, SEO) que intentaban infectar a los usuarios con malware.
¿Se puede confiar en los resultados de Google o Yahoo!? Seguro que sí. Pero, esto es una señal de alerta para los que piensan que el SEO lo es todo.
Estas malas prácticas permiten inferir que cada vez será más penalizado por el usuario de buscadores aquel SEO elaborado artificialmente casi en su totalidad. Aquel SEO que bautiza (aunque dudo que sea la primera) Christina Warren de Download Squad como Search Engine Opportunism.
¿Qué pasa? Hoy es ley: Todos (bloggers y websites) buscan ganar audiencia mejorando su posicionamiento en los resultados de búsqueda. Por consiguiente muchos -artificialmente- hacen lo posible por mejorar este ámbito y engañar al motor de búsqueda con trabajo, por ejemplo, en keywords, metadata, contenido duplicado y compra de links.
¿Vale la pena ganar clicks y estar en los primeros lugares si el usuario no tiene frente a sus ojos un producto atractivo? Este es el cuestionamiento de fondo: Qué tan efectivo puede ser el oportunismo que permite el SEO, si previamente no me he preocupado de generar un producto realmente atractivo detrás de ese link.
Es una cuestión de ética. La ética del marketing. Productos malos se pueden vender, pero siempre con una mirada cortoplacista. Hoy lo más valioso es la marca, la fidelización total de los clientes. Esto es un trabajo a largo plazo que no se logra con ninguna estrategia barata, como lo es el oportunismo.
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