¿Son los tiempos que corren un apocalipsis del buen periodismo? Es inevitable hacerse una y otra vez la pregunta luego de leer el artículo del periodista James Warren titulado When No News Is Bad News en la revista The Atlantic.
En resumen Warren plantea que en la historia de los medios de comunicación, especialmente han sido los diarios quienes han cumplido un rol vital para el desarrollo de la democracia. Acusa en desmedro del resto de los medios (radio, TV y ahora Internet) que son los periódicos los que realizan verdadero periodismo de investigación. Y es esto lo que enciende la incertidumbre de Warren, ya que la actual crisis financiera por la que pasan las empresas de periódicos le hace cuestionarse qué futuro tendrá la sociedad y la democracia sin ellos. ¿Será tan grave?
Sin duda que la incertidumbre es muy válida. Las noticias de verdad, los verdaderos trabajos periodísticos, aquellos que ganan premios, son en su mayoría costosos, muy costosos, y hoy, con la crisis, están quedandose sin financiamiento.
Entiendo a Warren. La situación actual, sin duda, es perturbante, palpable con los miles de despidos y cierres que enfrenta la industria por estos días. Lo digital venció al papel. Es un hecho.
Pero me niego a pensar que sólo el soporte papel es sinónimo de buen periodismo. Todo lo contrario, la plataforma multimedia actual es, indudablemente, el mejor canal que ha existido en toda la historia para realizar periodismo. Tenemos ante nuestros ojos la mejor herramienta de la historia para trabajar, pero a la vez esta herramienta revolucionó las reglas del juego y el negocio detrás de las noticias.
Hay dos desafíos explícitos para dos protagonistas: Por un lado el desafío para los periodistas de aprender a usar y sacar el máximo provecho a los nuevos medios. Y por otro el desafío para los empresarios de entender las nuevas reglas y aunar a los mejores profesionales para comenzar a solidificar una marca en un nuevo soporte que ya no servirá para envolver el pescado de hoy.
Sin duda que la incertidumbre es muy válida. Las noticias de verdad, los verdaderos trabajos periodísticos, aquellos que ganan premios, son en su mayoría costosos, muy costosos, y hoy, con la crisis, están quedandose sin financiamiento.
Entiendo a Warren. La situación actual, sin duda, es perturbante, palpable con los miles de despidos y cierres que enfrenta la industria por estos días. Lo digital venció al papel. Es un hecho.
Pero me niego a pensar que sólo el soporte papel es sinónimo de buen periodismo. Todo lo contrario, la plataforma multimedia actual es, indudablemente, el mejor canal que ha existido en toda la historia para realizar periodismo. Tenemos ante nuestros ojos la mejor herramienta de la historia para trabajar, pero a la vez esta herramienta revolucionó las reglas del juego y el negocio detrás de las noticias.
Hay dos desafíos explícitos para dos protagonistas: Por un lado el desafío para los periodistas de aprender a usar y sacar el máximo provecho a los nuevos medios. Y por otro el desafío para los empresarios de entender las nuevas reglas y aunar a los mejores profesionales para comenzar a solidificar una marca en un nuevo soporte que ya no servirá para envolver el pescado de hoy.