martes, 20 de marzo de 2012

Brecha digital: Chile, liderando a los de abajo


Comparto este artículo que preparé para el tercer número (PDF) de Tinta Electrónica -publicado en diciembre de 2011- que trató el tema de la brecha digital y fue titulado La herida que sigue abierta.


Descargue el PDF del 3er. número de Tinta Electrónica
Luz, agua, gas... Internet. ¿Me entienden? Hablar de “brecha digital” me angustia. Es parte de los tiempos.

Hace poco en una conferencia a la que asistí a través una transmisión en la Web (lo hago así a menudo desde hace algunos años), contaron que el promedio de uso de Internet en Chile es de 48 minutos diarios. “Suena a una gran brecha digital” puse en Twitter. Ahora lo explico.

Cada día más se trabaja frente a un computador. También sabemos del sostenido crecimiento de los servicios en “la nube”, del auge de las redes sociales, del correo electrónico, Google... me cuesta creer que el promedio de “los que se conectan” es menor a la hora al día.

¿Qué real usuario de Internet no utiliza estos servicios diariamente? Mi impresión es que un usuario promedio debiera utilizar la red por lo menos dos o tres horas diarias... por lo menos. También me pregunto ¿Cuántos utilizarán esos 48 minutos efectivamente? Sí, porque seguramente también habrá un alto porcentaje que pierde tiempo al usar Internet, por no saber usarla.

Por otro lado, reflexiono que hablando de chilenos, tengo mucha suerte. Mismo premio tiene el lector de esta revista.

En enero de 2010, Chile ingresó a formar parte de la exclusiva Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), grupo que estaría compuesto por los países más desarrollados del planeta. Y, aunque la noticia resultó muy auspiciosa, los chilenos -durante estos casi dos años- hemos ido notando que aún falta mucho para sentir verdadero orgullo de formar parte.

Hablando de “brecha digital”, de los 34 países de la OCDE, Chile está entre los tres países con peor acceso a Internet. El grado de penetración que alcanza la conexión inalámbrica promedio en la OCDE es de 48%. Chile alcanza sólo 9,7%, superando a Turquía (5%) y México (0,5%). En tanto, en conexiones fijas el promedio es de 25% y Chile obtiene apenas 11%, un solo punto sobre Turquía y México (10%).

El acceso es básico, pero como alguna vez publicara Jakob Nielsen, la brecha digital se explica en tres etapas y quizás más graves son las brechas posteriores al acceso y que se refieren a la usabilidad (alfabetización digital) y al empoderamiento (uso real y activo de las herramientas de la Red).

Entonces si en Chile aún nos queda mucho qué hacer sobre acceso, respecto de alfabetización digital estamos peor. En 2009, sólo 20% de los escolares chilenos se declaraba “experto navegando en Internet”. Esto es preocupante teniendo en cuenta lo central que son (y serán) las “habilidades digitales” (almacenar datos, utilizar un motor de búsqueda, interactuar en redes sociales, escribir y publicar en distintos formatos, etc.) para el profesional del siglo XXI o de la era del conocimiento. Y si hablamos de adultos -del presente- la cuestión se hace más urgente, porque ya pasamos la década de este nuevo siglo.

La brecha se debe trabajar a través de una estrategia digital país clara y con metas específicas, por ahora ausente en Chile o lamentablemente desconocida. Este plan es urgente, porque tal como dice George Landow, "una tecnología siempre confiere poder a alguien. Da poder a los que la poseen, a los que la utilizan y a los que tienen acceso a ella". En este sentido, las élites con acceso, alfabetización y empoderamiento están cada vez más distantes del resto y creo que hay pocas cosas más graves en Latinoamérica que no prestar atención a estos factores que continúan agravando la desigualdad económica de nuestros pueblos.

"La familiaridad con una tecnología incrementa la disponibilidad y la competencia hacia las otras nuevas tecnologías”, dice Mauro Wolf en Efectos sociales de los media. “Es decir, aquellos segmentos sociales que estén familiarizados con una nueva tecnología (pongamos por caso el ordenador personal) estarán más abiertos a recibir otras innovaciones tecnológicas, porque ya tienen un conocimiento de tecnologías similares”, sentencia al respecto Francisco Albarello en su artículo La brecha digital y la educación.

Y llegamos en mi opinión al meollo del asunto: el gran problema o la gran desigualdad que realmente existe hoy en materia de educación, y causará más problemas mañana, es la alfabetización y el empoderamiento de lo digital.

Un asunto de educación

El sociólogo español Manuel Castells afirmó alguna vez que “la brecha digital no existe”, porque la desigualdad del conocimiento es ahora mucho menor a como lo fue antes y que Internet no genera exclusión. Reconoció la desigualdad pero dijo que si se comparaba este tema “con ir al teatro o comprar libros, hay más desigualdad en las viejas culturas que en la nueva tecnología”.

Castells puede tener razón. Se ha progresado. Hoy hay más gente educada que antes. Hay mayor alfabetización. Hay menos pobreza. 100 años atrás la tasa de analfabetismo en Chile era cercana a 50%, por 1950 bordeaba 20% y actualmente está en 4%”, según publicó en 2006 el ex secretario ejecutivo de Estrategia Digital de Chile, Alejandro Barros. Se avanza, seguro, pero aún queda mucho por hacer.

El mismo Barros explica en ese artículo que “en la era digital, los desafíos de la globalización en cuanto a alfabetización son otros y Chile no está exento de ellos”.

“De acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las TIC's aportan al crecimiento económico y a la superación de la pobreza principalmente por su influencia en el empleo, pues crean empleos más productivos y mejor remunerados. Por otra parte son un poderoso medio de integración a la sociedad civil, y pueden llegar a tener una repercusión importante en la calidad de vida de los segmentos marginados de la población basada en la disposición de un gobierno más transparente y con mayor capacidad de respuesta, así como en la mejora del alcance y la prestación de la servicios como la salud, educación y otros servicios sociales”, concluye Barros.

Partir por el principio

No queda duda de que la alfabetización y el empoderamiento de los servicios digitales es un asunto de educación. Pero en Chile aún estamos discutiendo y solucionando lo que refiere a infraestructura, acceso.

Hace muy poco, el ex CEO de Telefónica Chile, Oliver Flögel, asumió el nuevo cargo de “secretario ejecutivo de Desarrollo Digital”, dependiente del ministerio de Transporte y Telecomunicaciones. Y tras asumir, Flögel contó su objetivo de largo plazo: “diseñar un documento que se convierta en la estrategia digital de Chile para el periodo 2012 -2018”.

Flögel también ha dicho a los medios chilenos que el país no es que no haya avanzado durante estos años en materia digital, sino que acusa que no ha existido un orden, un marco que coordine las distintas iniciativas. Por esto su esfuerzo y su hincapié parecen correctos: el marco, el documento es de vital importancia, aunque para algunos, ésta es una tarea para ayer, es decir, estamos muy atrasados, contra el tiempo.

El secretario también ha afirmado que es necesario lograr mejorar la conectividad de nuestro país a través de un trabajo que involucre al gobierno y a los privados. “Hay que ver cómo hacemos para construir las autopistas digitales en aquellos lugares donde hay caminos de ripio”, aseguró en una entrevista en el Diario Financiero.

Además el secretario explicó la importancia que tiene para Chile el poseer cerca del 40% de la observación astronómica del planeta, ya que la transmisión de esos datos al extranjero obliga -de cierta forma- a que nuestro país sea un eje de gran importancia para la conectividad latinoamericana, cuestión que estamos lejos de ser si es que sólo nos dejamos llevar por el dato cuantitativo de nuestra población y su capacidad de transmitir datos, muy inferior a otras naciones.

¿Qué sería de nosotros sin los observatorios?, me pregunto. En fin, los tenemos. Habrá que esperar a que caigan los precios de la banda ancha y con esto solucionar -un poco más- nuestra brecha digital.
Infraestructura. Sí, tenemos que partir por lo básico.

Compartamos conocimiento

Para los “digitales” (no me gusta el término, pero se entiende) es angustiante hablar sobre brecha digital. Para los inmersos en este mundo las tecnologías van demasiado rápido. Cada día buscamos sorprendernos por lo que vendrá. Google se escapó de las manos y nos sorprende con su capacidad de gestionar datos. Facebook y Twitter cuentan en tiempo real cómo va el mundo. Sin embargo, 6 mil millones de personas no tienen cuenta en Facebook. 6 mil 800 millones tampoco tienen cuenta en Twitter.

Aquí está el desafío. Los “digitales” de hoy debemos resignarnos y dar un paso al costado. Ese mundo que -dado a hechos concretos- imaginamos (y deseamos) lo comenzarán a disfrutar nuestros hijos y realmente lo gozarán nuestros nietos.

Pero dar el paso al costado no significa quedarnos de brazos cruzados. Debemos calmarnos y vivir diariamente pensando en “cómo, con lo que yo sé, realmente puedo ayudar al otro que no lo sabe”. Hago un llamado a compartir desinteresadamente el conocimiento. Debemos hacerlo. Así iremos recortando la brecha y nuestro mundo, ese que deseamos, se irá asomando aunque sea que llegue cuando ya estemos en la hora de nuestro ocaso.

Me resigno a vivir mí tiempo en desigualdad, pero hago mi esfuerzo para que futuras generaciones disfruten de una mayor igualdad de oportunidades gracias a Internet.

sábado, 3 de marzo de 2012

Banksy sobre lo público y la publicidad

Me encantó la forma en que el misterioso grafitero inglés Banksy expresa su punto de vista sobre la publicidad. Aquí les comparto el texto original y más abajo una traducción al español. (Visto en Menéame del blog de Ernesto Rodera). 

People are taking the piss out of you everyday. They butt into your life, take a cheap shot at you and then disappear. They leer at you from tall buildings and make you feel small. They make flippant comments from buses that imply you’re not sexy enough and that all the fun is happening somewhere else. They are on TV making your girlfriend feel inadequate. They have access to the most sophisticated technology the world has ever seen and they bully you with it. They are The Advertisers and they are laughing at you.

You, however, are forbidden to touch them. Trademarks, intellectual property rights and copyright law mean advertisers can say what they like wherever they like with total impunity.

Fuck that. Any advert in a public space that gives you no choice whether you see it or not is yours. It’s yours to take, re-arrange and re-use. You can do whatever you like with it. Asking for permission is like asking to keep a rock someone just threw at your head.

You owe the companies nothing. Less than nothing, you especially don’t owe them any courtesy. They owe you. They have re-arranged the world to put themselves in front of you. They never asked for your permission, don’t even start asking for theirs.

- Banksy

"Hay gente que te molesta a diario. Irrumpen en tu vida, te agreden gratuitamente y desaparecen. Se asoman desde lo alto de los edificios y te hacen sentir insignificante. Hacen comentarios desagradables desde los laterales de los autobuses dando a entender que no eres lo suficientemente sexy o que la diversión está siempre en otro sitio. Salen en la televisión y hacen que tu novia se sienta incómoda con su cuerpo. Tienen acceso a la más sofisticada tecnología que jamás se haya inventado y la utilizan para abusar. Son “los publicistas” y se están burlando de ti.

En cambio tú tienes prohibido tocarles. Las leyes sobre marcas, propiedad intelectual y derechos de autor dicen que los publicistas pueden decir lo que quieran donde quieran con total impunidad.

¡A la mierda! Cualquier anuncio en un espacio público que no te deja elegir si verlo o no verlo te pertenece. Es tuyo. Tienes derecho a cogerlo, transformarlo y reutilizarlo. Puedes hacer lo que quieras con él. Pedir permiso para hacerlo sería como pedir permiso para quedarte una piedra que te acaban de tirar en la cabeza.

No le debes nada a las empresas. Menos que nada; y sobre todo, no les debes ninguna gentileza. Ellos te la deben. Han reorganizado el mundo para ponerse delante de tus narices. Nunca te han pedido permiso; entonces tampoco se los pidas a ellos".

Banksy.

lunes, 28 de noviembre de 2011

El Comercio Electrónico que NO queremos


Básicamente, ¿Qué le deberíamos exigir hoy a un sitio de comercio electrónico?

  • Que sea seguro (en resumen: funcione, sea estable y que al cliente -luego de comprar- no le roben).
  • Que sea transparente (entregue toda la información relacionada con el producto/servicio, sin engaño).
  • (Y hablando de ideales: que sea fácil de usar).


Todavía somos pocos los que osamos utilizar nuestras tarjetas de crédito en el mundo virtual, esperando que esa virtualidad se transforme en realidad, a pesar de que el e-commerce en Chile (nos encantan los anglicismos) ha crecido de MM US$20 en 1999, a MM US$550 en 2010, según mostraba George Lever en esta presentación.

Por esto es que lo sucedido hoy con el fallido cybermondaycl es realmente penoso. Falló en lo básico. No hubo acceso y tampoco transparencia. Falta de planificación y un error de estimación que da pena (y comunicado en PDF...).

Una gran oportunidad perdida para las .COM. 

¿Y qué mensaje queda?: Internet no es un medio seguro para comprar.

Para empeorar la situación, la crisis de hoy dejó en evidencia que la estrategia de las principales marcas de comercio electrónico en redes sociales está absolutamente dedicada al marketing. En fin, hasta el cansancio: "Si sólo tienes una estrategia de marketing para tus Redes Sociales, NO TIENES ESTRATEGIA"


Lo dijo @danielsuena

domingo, 28 de agosto de 2011

Comparar está de moda: el caso Quora

Estamos viviendo una época en la que comparar está de moda. Todo se compara porque todo "compite" y nadie se preocupa de que se comparen "peras con manzanas", que las comparaciones sean injustas, desiguales y odiosas. De eso nadie se preocupa.
En este sentido he leído y escuchado por ahí que Quora está muriendo porque sus números han decaído o porque no ha llegado a ser tan popular en crecimiento como Google+, Facebook o Twitter.

Veamos. Medir cantidad no es medir calidad. Ya lo sabe alguien que sepa de música y "compara" los números de Justin Bieber con los de Ígor Stravinski.

Quora apareció en la lista de las 50 mejores webs de 2011 que publica la revista Time. Y aquí agrego que esto de estar respondiendo preguntas y leyendo respuestas no es una afición popular por estos días que digamos. Hoy lo popular es lo fácil y lo bonito. Bueno, siempre lo ha sido (Y por esto Twitter tampoco es la TV).

Considero a Quora una excelente extensión para Twitter, viendo a este último como una "red de información", más que una red social. ¿En qué sentido? Que te permite contribuir al conocimiento colaborativo, al cognitive surplus, cuando los 140 caracteres no alcanzan. Para esto también son buenos los blogs, pero Quora añade que busca ser una red social de conocimiento.

Hay mucha información valiosa en Quora, pero hay que buscarla con paciencia (otra cosa que falta en estos días). Por esto en algún momento tuitié: El que sabe, sabe y el que no sabe, sabe buscar en Quora.

Y por ahora me parece muy acertada la estrategia de sus fundadores de restringir la red sólo al inglés, porque a pesar de ser discriminatorio, les permite proteger la calidad de los datos que allí se comparten. Pero tampoco debieran perder la oportunidad de entrar en algún momento a otros mercados, ya que allí tienen una clara opción de crecimiento.

Lo que está claro es que por ahora su modelo de negocio es más similar al de Wikipedia.

jueves, 25 de agosto de 2011

Almuerzo de tuiteros con el Presidente

Fue una sorpresa. El lunes recibí un correo electrónico que me invitaba a nada menos que "un almuerzo con el Presidente en La Moneda". A esa hora tenía ya compromisos, pero bueno, no se le puede decir que no al Presidente.

Y aclaro más este punto: No se puede decir que no, porque esa sería una actitud que pecaría de arrogante y soberbia ya que aunque uno piense distinto siempre debe haber espacio para el diálogo y la diplomacia. No es de sabios resolver los problemas a golpes. ¡Y qué mejor instancia para escuchar y ser escuchado por el Presidente que un almuerzo!

Antes había visitado La Moneda primero como escolar descubriendo el patrimonio histórico y luego como periodista gastando algunas horas en los patios y en "La Copucha" (los colegas entenderán). Hoy lo hice como tuitero. Lo de "influyente" no me lo creo.

Llegué temprano y a pesar de ser un día complicado, pasé los cordones policiales y fui recibido con mucha gentileza por la Guardia de Palacio. Subí al "segundo piso" y me dejaron esperando en el Salón Amarillo hasta que llegó la Primera Dama y el Presidente.

Éste nos hizo un par de bromas, nos tomamos la fotografía oficial de rigor (en el Salón Azul con un increíble Matta) y luego nos enseño su oficina en un sector que no fue utilizado como tal por los anteriores mandatarios, "salvo por Patricio Aylwin", explicó. El ambiente estaba bastante ameno, "casero".

Luego pasamos a la mesa. Los puestos ya tenían nuestros nombres. Quedé ubicado entre @elquenoaporta y @alaluf. Al frente tenía a @juanpablosweet. El menú incluyó carpaccio de entrada, carne al vino de fondo y flan con helado de postre. Muy rico.

Ya eran como las 14:30 hrs (la cita era para las 13:50 hrs). ¿De qué se habló? De muchas cosas. Hasta salió en la conversación el Colo y la U. Pero los temas conversados a fondo fueron el rol del gobierno frente a las movilizaciones; la política comunicacional de La Moneda; y -una vez más- el "fenómeno" de las Redes Sociales. ¿Destacable? Que el Presidente escuchó las críticas de tuiteros opositores al gobierno dando un ejemplo de tolerancia, respeto, democracia y educación.

Por mi parte planteé escuetamente tres temas que efectivamente me preocupan demasiado:
  • La enseñanza a los niños acerca de las diferencias entre la vida privada y la vida pública;
  • Sobre la multiplicación de la desigualdad debido a la brecha digital;
  • Y acerca del fin del monopolio informativo que tenían los medios de comunicación tradicionales y la oportunidad que esto tiene para personas y organizaciones. En este caso el Gobierno.
En fin, fue una tremenda experiencia y me siento muy privilegiado por la oportunidad. Y quisiera destacar que es muy loable que el Presidente destine parte de su escaso tiempo a escuchar a un grupo de tuiteros.

Fin del almuerzo. Vea la foto oficial.

viernes, 5 de agosto de 2011

Antes de tomar la cacerola...

Algunas ideas para reflexionar:

"El hombre-masa no quiere deberes, sino reclama derechos. Esta esquividad para toda obligación, explica en parte el fenómeno entre ridículo y escandaloso de que se haya hecho en nuestros días una plataforma de la juventud como tal. Quizá no ofrezca nuestro tiempo otro rasgo más grotesco. Las gentes, cómicamente, se declaran 'jóvenes', porque han oído que el joven tiene más derechos que obligaciones, ya que puede demorar el cumplimiento de éstas hasta las calendas griegas de la madurez".

"Masa es todo aquel que no se valora a sí mismo -en bien o en mal- por razones especiales, sino que se siente "como todo el mundo", y, sin embargo, no se angustia, se siente a sabor al sentirse idéntico a los demás."

"Como se dice en Norteamérica ser diferente es indecente. La masa arrolla todo lo diferente, egregio, individual, calificado y selecto. Quien no sea como todo el mundo, quien no piense como todo el mundo, corre el riesgo de ser eliminado. Y claro está que ese "todo el mundo" no es "todo el mundo". "Todo el mundo" era normalmente, la unidad compleja de masa y minorías discrepantes, especiales. Ahora todo el mundo es sólo la masa. Este es el hecho formidable de nuestro tiempo, descrito sin ocultar la brutalidad de su apariencia".

La Rebelión de las Masas, José Ortega y Gasset, 1929.

Ver también: ¿Y los magníficos deberes?, columna de Juan Ignacio Brito en La Tercera.

PD: Aclaro que el movimiento estudiantil me parece válido, porque hay motivos (aunque no sé si todos) para quejarse (y siempre los habrá en toda la existencia del hombre).

Sin embargo, también hay formas para avanzar. Las propuestas del gobierno hoy han sido concretas y fuertes. La educación es algo muy complejo -un problema que lleva muchos años- y muy delicado como para que se torne en un simple juego político-ideológico con el gobierno de turno. Se debe dialogar con altura de miras.

Imagen tomada de ReformaEducacional.cl



Camila Vallejo (FECH), invita a movilizarse por una educación pública sin deuda



jueves, 4 de agosto de 2011

"La conciencia"

Hoy retomé la tremenda serie Mad Men y en el segundo capítulo de la tercera temporada (titulado Love Among The Ruins), Steerling & Cooper (la agencia de publicidad en la que trabaja Don Draper, el protagonista de la serie, como director creativo) se enfrenta a perder un cliente que eran nada menos que el proyecto de construcción del Madison Square Garden.

El conflicto comunicacional era el siguiente: La gente de Nueva York se movilizaba para protestar por este nuevo proyecto, acusando que destruía una arquitectura clásica de la ciudad, la Penn Station.

El siguiente es el diálogo entre Don Draper y Edgar Raffit, el hombre detrás del proyecto, en un momento en que Draper quiere recuperar la confianza de Raffit para que siga con la agencia:

Don Draper: In the interest of time, you want to demolish Penn Station and New York hates it.
Edgar Raffit: Not all of New York - A vocal minority.
Don Draper: Can they stop it?
Edgar Raffit: Well, I think all the hubbub is making it unpleasant for...
Don Draper: [interrupts] But they can't stop it, can they?
Edgar Raffit: Why do you people insist on making us sound like villains?
Don Draper: Your concern over public opinion shows a guilty conscience. What good is that serving you if what is to be done is already under way?
Edgar Raffit: So let's say I don't have a guilty conscience.
Don Draper: Good. And let's also say that change is neither good nor bad, it simply is. It can be greeted with terror or joy, a tantrum that says "I want it the way it was," or a dance that says, Look, something new!"
Edgar Raffit: Would you draw the line at 50 percent?
Don Draper: I'm not drawing a line at all. P.R. people understand this, but they can never execute it. If you don't like what is being said, then change the conversation.
Edgar Raffit: What is that conversation?
Don Draper: I was in California. Everything is new, and it's clean. The people are filled with hope. New York City is in decay. But Madison Square Garden is the beginning of a new city on a hill.

Fuente: IMDB

Raffit se pregunta por qué la gente (una minoría) los considera villanos. Y Draper sale con una respuesta fabulosa: "Tu preocupación por la opinión pública demuestra que tu conciencia no está tranquila".

Qué cierto es esto. Cuando uno está completamente seguro de que un proyecto es bueno, no existe la necesidad de hacer "propaganda" para contrarrestar la voz de una minoría, porque finalmente la verdad prevalecerá. Pero esto no ocurre cuando hay duda o cuando alguien se adorna para aparentar ser atractivo.

Siempre quien esconde una verdad que él conoce no tiene su conciencia tranquila. Podrá convencer al otro, pero él siempre sabrá que miente.